La Tlanchana actualmente es representada como una sirena que forma parte de las leyendas del México antiguo, específicamente en el pueblo de Metepec, Estado de México.
Pero la leyenda e Historia de la Tlanchana va mucho más allá de una simple sirena.
Se le ha llegado a confundir con Acíhuatl, quien sí tenía una cola de pez, por lo que ha sido representada así, con una cola de pez que no le corresponde.
Hace muchos, muchos años, Metepec, Estado de México -que en náhuatl significa “cerro de magueyes”- era zona lacustre, con pantanos y lagunas (las nueve lagunas), rodeadas por poblaciones matlazincas, que vivían cerca del nevado de Toluca – Xinantécatl- y el río Lerma.
Mucho antes de que los mexicas invadieran el valle Matlazinca, la región era gobernada por una reina mitad mujer y mitad serpiente, considerada como deidad.
Su nombre, Atlanchane, proviene de las palabras atl (agua), tonan (madre) y chane (espíritu mágico). Desde entonces fue popularmene conocida como “La Tlanchana”.
Cuenta la leyenda que la Tlanchana, además de ser mágica y tener poderes adivinatorios era hermosa y escultural, pero también de carácter voluble y tan mutante como su cuerpo. Podía tomar la forma de una gruesa serpiente acuática si su ánimo así le indicaba, podía nadar por las lagunas y si estaba de buen humor llevaba a los peces hacia las redes de los pescadores para llenarlas.
Si quería salir del agua su cola se convertía en piernas humanas, que le permitían ir a las aldeas y si el capricho de su corazón lo exigía buscaba un elegido. Pero si el elegido no correspondía al encanto de su belleza, entonces con su cola de serpiente lo enredaba y lo llevaba al lago para ahogarlo.
Oscar Aguilar
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